Cómo optimizar el uso de memoria en Windows 11 y mejorar su rendimiento
Desde la llegada de Windows 11, muchos usuarios han notado que el sistema consume más memoria que versiones anteriores, especialmente en comparación con Windows 10. Aunque el nuevo sistema operativo de Microsoft ofrece una interfaz más moderna, animaciones suaves y mayor seguridad, estos beneficios traen consigo un coste: mayor uso de RAM y recursos del procesador.
En este artículo quiero contarte, de forma clara y práctica, por qué Windows 11 utiliza más memoria, cómo identificar si realmente es un problema en tu equipo y, lo más importante, qué puedes hacer para optimizar el rendimiento del sistema y reducir el consumo de recursos.
¿Por qué Windows 11 consume más memoria que Windows 10?
Para entenderlo, hay que tener en cuenta que Windows 11 introduce varias novedades que requieren más recursos en segundo plano:
Efectos visuales más complejos
Transparencias dinámicas, esquinas redondeadas, animaciones más fluidas y el nuevo diseño de menús consumen memoria gráfica y RAM.Barra de tareas y menú inicio renovados
Aunque visualmente son más atractivos, incluyen procesos adicionales que permanecen activos constantemente.Gestión avanzada de ventanas
Funciones como Snap Layouts o escritorios virtuales necesitan servicios activos que consumen memoria extra.Seguridad reforzada
Tecnologías como TPM, BitLocker o el arranque seguro protegen el sistema, pero inevitablemente implican un mayor uso de recursos.
En resumen, Windows 11 está diseñado para aprovechar ordenadores modernos. Esto no significa que funcione mal en equipos más antiguos, pero sí es cierto que en ordenadores con 4 GB o 8 GB de RAM el usuario puede notar ralentizaciones, sobre todo al ejecutar varias aplicaciones a la vez.
¿Quién nota más la diferencia?
Usuarios con equipos potentes (16 GB de RAM o más): apenas perciben impacto, incluso con varias apps abiertas.
Usuarios con equipos modestos (4 GB u 8 GB de RAM): pueden notar bloqueos, carga lenta de programas y sensación de “lag” en el día a día.
Si estás en el segundo grupo, no te preocupes: existen métodos eficaces para reducir el consumo de Windows 11 sin necesidad de desinstalar el sistema ni renunciar a sus ventajas.
🔧 Consejos prácticos para optimizar Windows 11 y reducir el uso de memoria
1. Ajusta los efectos visuales
Los efectos visuales hacen que el sistema se vea más bonito, pero también ocupan recursos. Reducirlos es una de las formas más rápidas de ganar fluidez.
Cómo hacerlo:
Ve a Configuración → Sistema → Acerca de.
Pulsa en Configuración avanzada del sistema.
En la pestaña Opciones de rendimiento, selecciona “Ajustar para obtener el mejor rendimiento” o personaliza desactivando solo lo que no necesites (como animaciones o transparencias).
👉 Resultado: ventanas que abren más rápido y una sensación general de mayor agilidad.
2. Desactiva programas de inicio innecesarios
Cada vez que enciendes el PC, Windows carga programas en segundo plano. Muchos no son esenciales y solo consumen memoria desde el arranque.
Cómo hacerlo:
Pulsa
Ctrl + Shift + Esc
para abrir el Administrador de tareas.En la pestaña Inicio, revisa la lista de aplicaciones que se ejecutan al arrancar.
Deshabilita aquellas que no usas a diario (por ejemplo, Spotify, Discord, o actualizadores automáticos).
👉 Resultado: arranque más rápido y menos consumo constante de RAM.
3. Detén servicios que no utilizas
Windows 11 incluye muchos servicios activos por defecto, algunos de los cuales quizá no necesites.
Ejemplos de servicios que podrías desactivar si no los usas:
Print Spooler (cola de impresión) → si no tienes impresora.
Windows Search → si casi nunca usas la búsqueda integrada.
Servicios de Escritorio remoto → si nunca accedes a tu PC de forma remota.
Cómo hacerlo:
Pulsa
Win + R
, escribeservices.msc
y presiona Enter.Busca el servicio, haz clic derecho y selecciona Deshabilitar.
⚠️ Precaución: no desactives servicios críticos del sistema sin informarte primero.
4. Limpia archivos temporales y basura del sistema
Con el tiempo, Windows acumula archivos temporales, cachés y restos de actualizaciones que no solo ocupan disco, sino que también ralentizan procesos.
Cómo limpiarlos:
Abre Configuración → Sistema → Almacenamiento.
Selecciona Archivos temporales y elimina lo que no necesites.
Opcional: utiliza herramientas como CCleaner para una limpieza más profunda.
👉 Resultado: más espacio libre y un sistema más ligero.
5. Controla las aplicaciones en segundo plano
Muchas apps modernas se ejecutan aunque no las uses, consumiendo memoria y batería (si usas un portátil).
Cómo desactivarlas:
Ve a Configuración → Privacidad y seguridad → Aplicaciones en segundo plano.
Desactiva las que no necesites o configura que solo se ejecuten cuando las abras.
6. Mejora el hardware si es posible
Si después de optimizar todo lo anterior aún notas lentitud, quizás tu equipo necesita un empujón físico.
Ampliar la RAM: pasar de 4 GB a 8 GB, o de 8 GB a 16 GB, hace una gran diferencia.
Instalar un SSD: reemplazar el disco duro mecánico por un SSD multiplica la velocidad de arranque y carga de programas.
👉 Si tu ordenador tiene más de 5 años, esta actualización es muy recomendable.
Conclusión: Windows 11 puede ser rápido si lo configuras bien
Es verdad que Windows 11 consume más memoria que Windows 10, pero no es un problema insalvable. Con simples ajustes como desactivar animaciones, controlar programas de inicio, limpiar archivos innecesarios o deshabilitar servicios que no usas, puedes recuperar fluidez y prolongar la vida útil de tu ordenador.
Y si aun así sientes que se queda corto, ampliar la memoria RAM o instalar un SSD puede marcar la diferencia.
En definitiva: Windows 11 puede funcionar de manera ligera y estable siempre que lo adaptes a tu equipo y a tus necesidades.
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