Guía completa para guardar tu cámara fotográfica mucho tiempo sin que se dañe: consejos anti-humedad, anti-hongos y...
Cómo guardar tu cámara fotográfica mucho tiempo sin que se dañe
Introducción
A todos los que amamos la fotografía nos ha pasado alguna vez: compramos una cámara con toda la ilusión, la usamos unas semanas y de repente llega el trabajo, el calor, los niños, la falta de tiempo… y la cámara queda guardada en un cajón durante meses.
El problema viene cuando un día la sacamos y descubrimos la sorpresa: el objetivo tiene hongos, el anillo de goma está pegajoso, la batería se ha hinchado o la cámara ni siquiera enciende. Y ahí llega el lamento: “¡Pero si ni la usé! ¿Cómo puede estar rota?”
Lo cierto es que las cámaras no solo se estropean por el uso, sino también por el mal almacenamiento. Una cámara es un dispositivo electrónico de precisión, muy sensible a la humedad, el polvo, los cambios de temperatura y al descuido. Guardarla “de cualquier manera” puede acabar arruinándola sin que te des cuenta.
En este artículo quiero contarte, de forma sencilla y práctica, cómo almacenar correctamente tu cámara durante largos periodos sin uso para evitar hongos, humedad y averías.
¿Por qué una cámara se daña incluso sin usarse?
Mucha gente piensa que los equipos se estropean “por darles mucha caña”. Sin embargo, la experiencia demuestra lo contrario: los equipos que más se dañan son los que se guardan mal durante meses o años.
Las causas más frecuentes son:
Humedad alta en la mayoría de regiones
En zonas costeras, ciudades húmedas o durante temporadas como la primavera y el otoño, la humedad relativa puede superar fácilmente el 70%. Esa humedad es el caldo de cultivo perfecto para que aparezcan hongos dentro del objetivo, especialmente si alguna mota de polvo quedó atrapada.Espacios cerrados poco ventilados
Guardar la cámara en un cajón, un armario o una maleta parece seguro, pero en realidad son lugares calientes y húmedos, ideales para la proliferación de hongos.Baterías olvidadas dentro del cuerpo
Incluso apagada, la cámara consume microcorrientes de la batería. Esto puede provocar que se descargue, se hinche o incluso se derrame ácido, dañando la circuitería o el compartimento de baterías.Envejecimiento de gomas y plásticos
Los anillos de enfoque o zoom están recubiertos de gomas especiales. Si la cámara se guarda mal, estas piezas se oxidan, se ponen pegajosas o se agrietan.
En resumen: no es que “usas la cámara y se rompe”, sino que la dejas guardada sin cuidados y se estropea sola.
Guía práctica: cómo guardar una cámara correctamente
1. Retirar la batería siempre
Este es el paso más importante. Nunca dejes la batería puesta si sabes que no vas a usar la cámara durante semanas. Guárdala aparte, en una funda de plástico o bolsa aislante, lejos de metales.
👉 Consejo: si la vas a guardar más de 3 meses, carga la batería hasta un 40-60% y recárgala cada cierto tiempo. Esto alarga su vida útil.
2. Limpieza previa
Antes de guardar la cámara, hay que dejarla limpia:
Usa una perilla de aire para quitar polvo.
Limpia el cuerpo con una gamuza de microfibra.
Para el objetivo, utiliza papel y líquido especial (nunca pañuelos ni trapos de gafas, que rayan).
Retira el filtro UV o polarizador y guárdalo aparte para evitar que se quede atascado.
3. Controlar la humedad
Existen dos opciones muy efectivas:
Caja hermética + bolsas de sílice
Es la alternativa barata y eficiente. Basta con comprar una caja con cierre hermético y meter dentro bolsitas de gel de sílice (se pueden regenerar en el microondas). Lo ideal es mantener la humedad entre 40% y 55%.Armario deshumidificador electrónico
Si vives en una zona muy húmeda, lo más práctico es invertir en un armario seco (dry cabinet). Mantienen la humedad estable automáticamente y son la mejor garantía contra hongos.
4. Evitar fundas y mochilas
Puede sonar raro, pero no guardes la cámara dentro de su funda o mochila durante meses. Estos materiales retienen humedad y, en el caso del cuero o la imitación, liberan sustancias que deterioran los recubrimientos del cuerpo.
5. Guardar con los objetivos boca abajo
Colocar el objetivo con la parte frontal hacia abajo evita que el polvo se acumule en el cristal superior. Además, distribuye mejor el peso dentro de la caja.
6. Revisar periódicamente
Incluso si no la usas, lo ideal es sacar la cámara al menos una vez al mes:
Enciéndela unos minutos.
Dispara un par de fotos.
Gira los anillos del objetivo.
Esto ayuda a que los mecanismos internos no se queden rígidos.
Consejos extra que marcan la diferencia
Ventilar la caja cada cierto tiempo: si usas cajas con sílice, abre de vez en cuando para que entre aire fresco.
Nunca junto a aparatos electrónicos: evita guardarla cerca de routers, altavoces o dispositivos que generen calor o campos magnéticos.
Baterías en lugar seguro: guárdalas en bolsas ignífugas (se venden baratas) para prevenir accidentes.
¿Y si mi objetivo ya tiene hongos?
Cuando aparecen manchas blancas o filamentos dentro de las lentes, significa que los hongos ya atacaron.
Leve: a veces se puede limpiar superficialmente con alcohol isopropílico, pero hay que hacerlo con mucho cuidado.
Moderado: lo recomendable es llevarlo a un servicio técnico especializado.
Grave: si los hongos dañaron el recubrimiento, incluso limpiado quedará afectada la calidad óptica. En ese caso, quizá convenga reemplazarlo.
La conclusión es clara: es mejor prevenir que curar.
Conclusión
Una cámara no es solo un objeto caro, es también una herramienta para capturar recuerdos irrepetibles. Guardarla mal puede significar perder no solo dinero, sino también la posibilidad de inmortalizar momentos únicos.
La buena noticia es que cuidar una cámara guardada no es difícil ni caro. Con un poco de disciplina (sacar la batería, limpiar, controlar la humedad y “despertarla” de vez en cuando), puedes asegurarte de que tu equipo funcione como nuevo incluso después de meses sin uso.
Así, la próxima vez que te apetezca salir a fotografiar, tendrás tu cámara lista, sin sorpresas desagradables. Porque al final, como en la vida, no se trata solo de cuánto usamos algo, sino también de cómo lo cuidamos cuando está en reposo.
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